“Nos sentimos marginados: pareciera que las políticas públicas y la administración de servicios son privilegios del casco urbano”, afirmó Julio, vecino del barrio de 643 y 14. No es la primera vez que Agencia de la Calle le da cobertura a este tipo de reclamos. Es que en la periferia de la ciudad, los problemas van desde la aislación por calle anegadas, hasta la falta de suministro energético por horas.
“Los cortes de luz son crónicos”, afirmó Cristina Taverniti, del mismo barrio, quien agregó “no contar con el servicio vuelve dificultosa la vida diaria, porque a muchos nos pasa que sino tenemos luz tampoco tenemos agua ni posibilidad de calefaccionar nuestras casas”.
Al mismo tiempo, Cristina comentó que “mi hija, que tiene una hija recién nacida, se tiene que ir al menos una vez a la semana a dormir a la ciudad porque los cortes de luz duran horas y son permanentes”.
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