El martes 13 de septiembre la Asamblea Jachal No Se Toca realizó una conferencia de prensa para informar los alcances de la contaminación del río ocurrida una año atrás, cuando la empresa derramó 5.000.000 de litros de cianuro. No llegó a transcurrir un día. A las 12 de la noche del 14 el gobernador de San Juan admitía una nueva contaminación con cianuro y anunciaba el cese de actividades de la planta “hasta tener mayor información sobre lo sucedido”.
En Jachal, desde hace un año, los únicos que pueden tomar agua potable sin metales pesados son los que la pueden comprar. “La situación es desesperante. Estamos desgarrados”, comentó la vecina Nora Torres en FM Universidad Nacional de La Plata.
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