Agencia de la Calle recibe a diario distintos reclamos vinculados a la falta de seguridad en distintos barrios de la región. El panorama es generalizado: entraderas, asaltos violentos, asaltos en la vía pública, arrebatos.
Algunos barrios -como los casos de Arana y barrio Norte- se han organizado para generar sistemas de alerta y efectuar reclamos mancomunados a las autoridades, pero en todos los casos las respuestas son consideradas insuficientes.
En otros casos, los vecinos narran sus vivencias particulares, y hablan de supuestos vínculos entre la policía y el narcotráfico (es el caso de una vecina del Mondongo que prefirió mantener su nombre en reserva), o de “zonas liberadas” por las propias fuerzas de seguridad. Respecto a la venta indiscriminada de drogas, la vecina afirmó: ” a mí me preocupa la ausencia del Estado dejando en manos del narcotráfico a pibes. Parece walking dead El Mondongo”.
Entre otros, Patricia (Parque Castelli) afirmó que “la inseguridad y los robos violentos están formando parte del paisaje en mi barrio. Y ocurren a cualquier hora: hubo entraderas tipo allanamiento a las 7 a.m.,a las 12 , y a las 16 hs”.
Por su parte, Juan Manuel del barrio “El Rincón”, destacó que la inseguridad -al igual que otros problemas comunes como la falta de agua o luz- se hace mucho más cruda “en los barrios que están a 10 o 15 kilómetros de la municipalidad”.
Este escenario general favorece a que se naturalice la organización vecinal espontánea, a través de grupos de Whatsapp o cadenas telefónicas: si bien de éstos grupos surgen iniciativas para efectuar reclamos institucionales, también resultan propicios para incentivar acciones que no contribuyen a bajar los niveles de violencia: hacer justicia por mano propia ante la falta de respuestas de las autoridades es un caso de ello.