A pesar de que años atrás la Justicia haya fallado a favor de los vecinos de este barrio de Ensenada en relación a las emanaciones de hollín y otros contaminantes por parte de Copetro, son los propios lugareños los que se sienten «condenados»: en primer lugar, la cifra estipulada como condena de 2 millones de pesos, «representa muy poco en los tiempos que corren para ser repartidas entre 47 familias», explicó Leonardo Cessaro, uno de los tantos afectados que, entre otras cosas, convive con presencia de plomo en sangre.
En segundo lugar – y más importante- existen sobrados relatos y muestras que indican que la empresa, a pesar de todo, sigue contaminando. De hecho hace días circulan fotos sobre la «lluvia negra» que cae en el barrio, la cual no es una exepción, y causa distintos padecimientos entre los vecinos, entre otros problemas respiratorios.
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