Los vecinos calculan que han asesinado alrededor de 300 animales. Desde la reaparición del envenenador murieron 4 perros y se intoxicaron dos menores.
La semana pasada los vecinos radicaron la denuncia en la DDII y obtuvieron la promesa por parte del municipio de adoptar medidas de seguridad, como luminarias, cámaras y suministros para el veterinario del pueblo.
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